Archivo de la etiqueta: novela erótica light

Novela romántica paranormal ¿juvenil o no juvenil? Etiquetas

Un millón de etiquetas, ¿para qué?

Estoy harta de la cantidad de etiquetas que se le ponen a las novelas. Que si tiene amor, es una novela romántica, que si tiene sexo, es una novela erótica, que si aparece un pájaro de plumajes coloridos y raros, es una novela fantástica. Absurdo.

A ver, yo no digo que las novelas no deban tener etiquetas o categorías. De hecho, son necesarias para que el lector sepa qué tipo de libro tiene intención de leer. O por lo menos, que se pueda hacer cierta idea.  Así que estoy a favor de los géneros y de las etiquetas, siempre y cuando su función sea la de orientar al lector y no la de limitar la literatura. Porque por desgracia, eso es lo que suele pasar con este tema.

Os pondré un ejemplo personal.

Mi novela, El Arcángel de Luz, es una novela romántica paranormal cuya historia está escrita de una forma muy amena y divertida. Sin descripciones demasiado recargadas, sin escenas de sexo demasiado explícitas. Sin embargo, es una novela que no está recomendada para los jóvenes. ¿Por qué? Pues porque los protagonistas son adultos. Lo que no significa que no la puedan leer, pero no puede llevar la etiqueta “juvenil” por esta (soberana gilipollez) razón. Y es aquí cuando las etiquetas limitan y estorban más que ayudan. Porque os puedo asegurar que hay más escritores con el mismo problema.

Otro ejemplo personal.

Ahora estoy escribiendo una novela que contiene escenas de sexo explícitas, muy explícitas, pero no solo hay sexo. También hay intriga, conspiración, venganza, celos, por lo que no podrá llevar la etiqueta de erótica, porque en la erótica toda la trama (por lo visto) gira entorno al sexo y a la historia romántica entre los protagonistas. Y tampoco podrá llevar la etiqueta de erótica, ya que en esas novelas suele aparecer las palabras “polla, “cipote”, “coño”, “mojada” y “se la clavó hasta el fondo”. Y en la mía aparece la palabra “mojada”, pero en vez de polla digo pene, y en vez de, se la clavó hasta el fondo, digo “la penetró profundamente”. Así que por lo visto mi lenguaje es demasiado puritano para ser erótico. O a lo mejor mi novela tendría que llevar la etiqueta de “Erótica Light”, puestos a etiquetar cosas… (A lo mejor le he dado una idea a los editores).  Oh, oh, y como en una de mis escenas picantes se me ocurra incluir unas esposas, a ver qué carajo hago porque ya no sé si sería erótica sado o erótica policiaca.

Lo que quiero decir con esto, aunque de una forma muy exagerada, es que a veces podemos llegar a ser muy ridículos con el tema de las etiquetas y de los géneros. ¿Por qué una chavala de 17 años no puede leer un libro entretenido, ameno y sencillo, solo por el hecho de que los protas sean adultos? ¿Por qué en una novela erótica todo tiene que girar en torno al sexo o tener un lenguaje soez?  ¿Por qué en una novela no puede haber un poquito de todo sin el riesgo a que te “etiqueten” de ambiguo? ¿Por qué, en definitiva, en vez de orientar, limitamos a los lectores y a la literatura?