Reseña de El Arcángel de Luz en el Blog Páginas de Chocolate.
Hola chocolates hoy os traigo la reseña de El Arcángel de Luz de Raquel Cruz.
Es la primera novela de esta autora y también la primera de una saga que promete mucho. Podríamos encuadrarla en el género romántico-juvenil porque apenas hay excenas de sexo y las que hay son muy escuetas y poco explícitas, pero al ser sus protagonistas adultos tampoco es que sea ese su género, por lo que entiendo que estaría en el límite de ambos.
El estilo de su autora es sencillo y coloquial, lo que hace su lectura agradable y amena.
La historia comienza con Dana. Ella es una joven periodista que estaba detrás de un caso de asesinato en el que todas sus pistas apuntaban a que el culpable era un cargo político importante. Al no tener pruebas fehacientes de que el concejal era el asesino del pañuelo, su jefe le indica que deje el caso y se ponga con otros asuntos. Como es muy perfeccionista y cabezota y decide seguir con el asunto por su cuenta.
El reportaje por poco le cuesta su vida. Una de las noches que está siguiendo al concejal, es sorprendida por éste y si no llega a ser por la ayuda del guardia de seguridad de la nave donde se encontraban, ella hubiese sido otra víctima más de ese malnacido. Pero gracias a ella, además de tener una suculenta historia, habían atrapado por fin al asesino del pañuelo.
La trama comienza con el juicio de ese caso. El abogado defensor del concejal es Abel Rumsfeld, un importante abogado de un bufete estadounidense al que precede su fama por no haber perdido ningún contencioso.
Abel es el hombre más apuesto que ha visto Dana jamás pero también es oscuro, siniestro y parece saber qué está pensando la gente en cada momento, algo que sabe utilizar muy bien en beneficio propio.
Dana intuye que debe alejarse de él, pero la atracción que siente y el deseo de descubrir quién es el verdadero Abel Rumsfeld hará que se acerque sin medir las consecuencias.
El abogado también se siente atraído por ella y sobre todo por quién es (algo que ni ella misma sabe).
Durante el juicio, como buen letrado prestigioso que es, dará la vuelta a todas las pruebas que condenaban al político e intentará que Dana quede como una loca obsesiva que intentaba obtener un reportaje al precio que fuera, aunque tuviera que meter a un inocente en la cárcel.
Dana, día a día, ve que el jurado está dando más crédito a las maquinaciones y artimañas de Abel que a sus pruebas concluyentes por lo que el abogado le propondrá un trato. Un trato que hará que Dana descubra su verdadera identidad y la de Abel.
¿Podrá Dana soportar saber quién es ella en realidad y quién es Abel Rumsfeld? ¿Apartarán las diferencias que los separan y seguirán sus destinos escritos o por el contrario ellos mismos decidirán su propio destino? No os digo más… Tendréis que leer para saberlo.
MI CHOCOLATE
¿Conocéis esa frase que rula por facebook y dice algo así como “Yo prefiero un lobo feroz que me oye, me ve y me come mejor”? Pues creo que a la protagonista de esta historia le pega como anillo al dedo. Aquí os dejo mi trocito de chocolate para que lo comprobéis.
Antes de que pudiera replicar, Abel ya se había sumergido en el agua. Esperé un rato, convencida que tarde o temprano tendría que asomar la cabeza para coger aire. Pero los segundos pasaron y él seguía sin aparecer. El corazón comenzó a latirme con fuerza, al imaginar que tramaba algo. Solté su camisa y me apresuré a esconderme en el palmeral que bordeaba la playa. Busqué una palmera de tronco ancho con intención de montar un puesto de vigilancia. El plan era esperar allí hasta que Abel se calmara y renunciara a la idea de cobrarse la mala pasada. Caminé atenta, registrando todo el perímetro y de pronto su voz me sorprendió por la espalda.
-Caperucita, ¿buscas a tu abuelita? -se mofó de mí, interpretando a la perfección el papel del lobo feroz.
Puntuación 4/5
