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Reseña de El Arcángel de Luz en el Blog La Librería de Athalia’s.

Historia

El Arcángel de Luz nos introduce a una joven normal y corriente, una periodista que, en un juicio, conoce al hombre más arrogante déspota que se hubiera encontrado jamás, y es ese encuentro el que propicia todo lo demás, el que nos lleva hacia un mundo desconocido de ángelesdemonios batallas por librar, todo aquí, a la vuelta de la esquina.

De hecho, la mayor parte de la novela sucede en Valencia, nada menos, un paraje que cuando menos nos sonará.

En esta obra nos encontramos con otra versión del origen bíblico, bastante bonita debo añadir, y un nuevo planteamiento de la caída de Luzbel y su séquito. También vemos a los brujos, que lejos de ser esos a los que la inquisición persiguió son guerreros que luchan contra los demonios, y que tienen mucha relación con nuestra protagonista.

El Arcángel de Luz cuenta una historia algo lenta, en especial al principio, pero se anima hacia la mitad, cuando los secretillos se empiezan a desvelar. También me resulta algo desconcertante la falta de respuestas… O mejor dicho, de preguntas.

Entendámonos, Dana es periodista. De hecho, apenas empezando la novela le dice a Abel, el maromo de turno, que ahora va a ir a sacarle los trapos sucios a él. Vaya, como que disfruta de su trabajo. Pero cuando llega el momento de hacer preguntas, no las hace.

[spoiler]

¿Por qué fuiste expulsado del cielo?

¿Qué es verdad y qué es mentira alrededor de tu figura?

¿Qué hay de cierto en la historia que todos conocemos?

[fin del spoiler]

De hecho, hay alguna respuesta que tú como lector lo coges al vuelo en una conversación… Pero nadie ha hecho ninguna pregunta, y claro, lo que es claro, tampoco se dice.

En general, la historia que Raquel Cruz nos cuenta es interesante. Se trata de un mundo como el nuestro, en el que descubrimos que ángeles, demonios y brujos existen, y de qué manera. El mayor problema que le he visto ha sido ese, la falta de preguntas, explicaciones que debieron salir en momentos puntuales y no lo hicieron, dejando la novela un poco coja.

Pero bueno, tiene toda la pinta de haber una continuación, así que… Esperaremos pacientemente.

Estilo

El estilo de Raquel Cruz me ha dado una sensación nueva, diferente. No he notado que la historia estuviera siendo narrada por la protagonista, sino que ella me la estaba contando, no sé si queda clara la diferencia. El paso por encima de muchas de las escenas sin mayor importancia da esa rara sensación de que tienes a Dana al lado contándote esta historia; lo cierto es que tiene su mérito.

Personajes

Dana me recuerda un poco a la clásica protagonista que va de independiente y capaz y luego se derrite. Es rebelde del tipo “soy una idiota que no piensa antes de actuar” y no parece que le importe mucho lo que los demás piensen o padezcan por sus decisiones, poniendo en riesgo a amigos y seres queridos por hacer lo que quiere

[spoiler]

Véase al final, que deja a Íñigo apañándoselas con una diablesa que, aunque graciosa con todo el rollo del algodón de azúcar, sigue siendo una poderosísima criatura capaz de matar con chasquear los dedos. Porque, naturalmente, no se puede razonar con el hombre al que amas, tienes que hacerlo todo de escondidas.

[fin del spoiler]

Abel, el malote de turno, es el malo por excelencia

[spoiler]

El mismísimo Diablo, ahí es nada.

[fin del spoiler]

Realmente es un poco de aire fresco en una literatura romántica llena de cabroncetes que luego de cabrones no tienen ni la punta de la uña. Abel, como abogado, se encarga de los casos de la peor calaña, de gente verdaderamente atroz, y de hecho gana los juicios para ellos. Vamos, que sí, que consigue que se libere esa clase de gente

[spoiler]

Por un módico precio en forma de alma, claro.

[fin del spoiler]

Y aun así no es verdaderamente malo (admitámoslo, no nos gustaría si así fuera, ¿no es cierto?). Es malote.Cabroncete. Muy suyo. Mucho misterio, mucha arrogancia, y esos truquitos de “leer emociones” que ponen los pelos de punta, porque, francamente, no me gustaría tener a Abel escuchando lo que siento. Pero con un fondo bueno, dulce. A su manera, claro.

En definitiva, Abel resulta ser “el machote” interesante, algo que empezaba a escasear últimamente.

Después contamos con algunos secundarios, pero no se profundiza demasiado en estos personajes. Íñigo me parece el encantador amigo bobito, Ántrax más que una peligrosa diablesa se me ha hecho graciosilla, y Laura… Bueno, lo cierto es que no sé cómo juzgar a Laura.

Otros

He encontrado algunos errores de maquetación, tipo un punto sin el espacio después, o la segunda parte de un diálogo abajo, como si hablara otro, y no el mismo personaje.

Tampoco entiendo muy bien el concepto de la portada. ¿Es Abel? ¿Es alguien desconocido aún? Si es Abel, ¿dónde están sus oscuros rizos? ¿Y qué hay de la marca-barra-cicatriz?

Lo mejor

Lo peor

La ausencia de algunas respuestas… O mejor dicho, de algunas preguntas.

Nota final

Buena (6). La protagonista, la lentitud del principio y la ausencia de ciertas preguntas han quitado bastantes puntos a una obra que pintaba bien. No obstante, ha sido una lectura entretenida, y estaré a la espera de si hay o no hay siguiente parte.

Enlace a la reseña en su blog original

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